¿Compostable o biodegradable?: diferentes conceptos, pero con igual misión

Responder a la pregunta sobre la diferencia entre lo compostable y lo biodegradable, permite aclarar dos conceptos, que en primer lugar, apuntan al principal objetivo de cómo reducir el impacto medioambiental, a través de materiales más versátiles y mucho menos contaminantes. La principal diferencia entre estos dos términos tiene que ver con el tiempo y condiciones de degradación de los biopolímeros.

 

Pero, qué es un biopolímero o también llamado bioplástico?, Actualmente se le llama biopolímero a un polímero que proviene de fuentes no fósiles (renovables), o que provenga de fuentes fósiles, pero con atributos biodegradables, por otro lado, lo biodegradable y compostable, hacen referencia en el cómo se descompone el polímero, su principal contraste está en el tiempo y condiciones de degradación.

 

Según las normas de ASTM International, entidad internacional que desarrolla y publica acuerdos voluntarios de medidas técnicas para una amplia gama de materiales, los polímeros biodegradables se degradan por la acción de microorganismos tales como bacterias, hongos y algas. Mientras que los polímeros compostables, igualmente se degradan por la acción de microorganismos, pero a una velocidad igual a la de materiales que son compostables, tales como hojas, papel y trozos de madera. Además, los plásticos compostables no deben dejar fragmentos que duren más de 12 semanas en el residuo (desintegración), no pueden contener metales pesados o toxinas y deben permitir el crecimiento de plantas, esto significa que no sean tóxicos.

 

Para Rodrigo González, Gerente General de Co-Inventa, la importancia de comprender tales conceptos radica en no confundir además lo oxodegradable con biodegradable, ya que el primero, se degrada a fragmentos más pequeños por acción del oxígeno y en general son invisibles al ojo humano, lo cual provoca un daño irreparable en el medio ambiente, ya que son casi imposibles de retirar y a veces hasta se mezclan en el agua potable.  

 

“La confusión está dada por la desinformación, la falta de regulación y normativas claras, respecto a qué se puede decir y promocionar en un producto. Al no haber regulaciones claras, cada quien puede poner lo que quiera en el producto, diciendo que un envase es biodegradable, ya que será degradado por bacterias, hongos, entre otros, pero que no especifican que se degradará en 400 o 500 años, mientras que las normas internacionales, limitan estos tiempos a 180 días, en los que debe descomponerse el plástico para tener esta denominación”, aclara Rodrigo González.

 

Para la plataforma Co-Inventa, es importante impulsar la educación medioambiental, ya que si un plástico, sea biodegradable o compostable, no se dirige a las plantas asignadas para su proceso, generaría el mismo daño que cualquier otro plástico sin estas propiedades. Por lo que es de suma importancia que la ciudadanía categorice y reconozca los variados tipos de materiales, disponiendo de manera responsable de ellos, ya que la solución no va por erradicar el plástico en la sociedad, sino de aprender a convivir de manera responsable con éste, retornando al ciclo productivo, evitando que terminen por ejemplo en el mar, contaminando por millones de años.

 

La plataforma está trabajando fuertemente brindando asesoría a las empresas de alimentos para que apunten a soluciones más sustentables, que acordes con la ley REP, puedan ser recicladas, o diseñadas para que los envases puedan reinsertarse en el ciclo productivo. Además, se está desarrollado el primer laboratorio de Biodegradabilidad, Ecotoxicidad y Desintegración de Latinoamérica, que pone a disposición de la industria la posibilidad de realizar el test de Compostabilidad de Materiales y Envases en Chile, cosa que antes había que hacerse en Europa o USA, y ahora permite validar en Chile los materiales y envases d ela industria local.

 

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