Envases inteligentes: Tecnología de punta para garantizar la calidad de los alimentos envasados

  • Un envase para alimentos hace la diferencia en la vida útil y calidad de un alimento. En la actualidad entre las problemáticas existentes de la industria alimentaria se encuentra el desperdicio de alimentos y la cantidad de basura que es generada, siendo la mayor parte de ella, no degradable. En este escenario, los denominados envases inteligentes podrían contribuir a disminuir en parte este tipo de problemas, debido a la capacidad de comunicar a los usuarios el estado del producto a través de indicadores de calidad. 

 

¿Qué son los “envases inteligentes”?

Cuando hablamos de envases inteligentes nos referimos a sistemas con tecnología de sensores o indicadores integrados utilizados en productos alimenticios, farmacéuticos o cosméticos, que monitorean continuamente el alimento envasado o su entorno, brindando al usuario información sobre cambios en el producto. En este sentido los envases inteligentes pueden detectar y alertar al consumidor y/o usuario sobre el deterioro o cualquier problema potencial en los alimentos envasados ​​actuando como indicadores de calidad, asegurando la integridad de los alimentos.

No existe duda entonces, que ellos pueden ser un gran aporte a la industria de alimentos. No olvidemos que actualmente el desperdicio de alimentos ocurre durante la cadena de valor, siendo los consumidores finales los que más contribuyen a eliminar productos por su apariencia o sobreoferta, o por la eliminación debido a su vida útil en función de la fecha de vencimiento u otras razones. Así, el desarrollo de dispositivos que sean capaces de informar al usuario de forma sencilla, fiable y rápida sobre cambios o alteraciones de un producto alimenticio envasado podría contribuir a disminuir la pérdida de estos alimentos, lo que resultaría bastante alentador. Además, las empresas del área podrían ser altamente beneficiadas del uso de este tipo de envases, debido a que podrían tener mejor control de los alimentos tanto en los lugares de almacenaje y/o en transportes, pudiendo identificar el estado de los alimentos envasados, obteniendo información relevante en caso de hubiese existido algún problema en las condiciones de almacenaje como por ejemplo, pérdida de cadena de frío, sello de envases entre otros, permitiendo de esta forma tomar decisiones inmediatas para resolver este tipo de problemas, siendo detectados de forma rápida y sencilla sin el uso de equipamientos sofisticados o análisis complejos, aspectos que lo hacen bastante atractivos. 

Las nuevas tecnologías

En la actualidad, existen diferentes tipos de sistemas inteligentes, como los Indicadores tiempo-temperatura (TTI), que permiten identificar cambios en la temperatura como el tiempo de conservación del alimento envasado indicando de forma visual si el alimento ha sido expuesto a condiciones inadecuadas (pérdida de cadena de frío), así como los indicadores de frescura/colorimétricos, cuya función se basa en los cambios de color debido a la presencia de moléculas indicadoras sensibles a diferentes metabolitos producidos durante el proceso de deterioro de los alimentos, siendo estos últimos los más estudiados. Entre los indicadores de frescura los más utilizados se encuentran los que utilizan colorantes sintéticos con capacidad halocrómica y nanopartículas metálicas. Sin embargo, el uso de estos compuestos puede ser cuestionado debido a que pueden ser potencialmente tóxicos y mutagénicos además de causar daños al medio ambiente, siendo eventualmente inadecuados para su aplicación en alimentos. Por esta razón, la tendencia mundial a usar materiales eco amigables ha generado un creciente interés por los biopolímeros y pigmentos naturales sensibles a la degradación del alimento, obtenidos de fuentes naturales como flores, frutos, hojas, desechos industriales, entre otros, cuya aplicación en el desarrollo de indicadores de frescura/colorimétricos para alimentos ha sido demostrada por diversos autores, evidenciando su factibilidad de uso.

Recordemos, que una de las principales problemáticas de la industria alimentaria es la alta tasa de desperdicios de alimentos, así como las pérdidas económicas que se generan para la industria, en todos sus niveles, afectando a toda la cadena de distribución y al consumidor final. Frente a esto, los envases con indicadores de frescura representan una solución real a dicha problemática, por ser dispositivos simples y de bajo costo, de fácil manejo e instalación, y que permiten informar cambios en el producto en tiempo real, a diferencia de los sistemas tradicionales que implican altos costos y sistemas demasiados sofisticados que implican personas calificadas para el uso de instrumentales más complejos. De esta forma, este tipo de sistemas pueden identificar de manera confiable cuando los productos han alcanzado el límite de su vida útil, ya sea por un mal sellado de envase hasta la pérdida de cadena de frío entre otros, evitando de esta forma el desperdicio innecesario de alimentos y las pérdidas asociadas a esto, entrando en materia de economía circular.

Viabilidad comercial

En la actualidad existen variados estudios a nivel de investigación relacionados, pero en el mercado existen pocos indicadores de frescura que estén siendo utilizados.

Según nos relata el investigador del Centro de innovación en envases y embalajes Laben Chile, y experto en envases inteligentes, Julio Bruna “Eventualmente los indicadores de frescura podrían ser utilizados de forma más masiva en un futuro. Sin embargo, esto se encuentra directamente relacionado al conocimiento que se tenga acerca de esta tecnología por parte de los usuarios (empresas, así como consumidor final) para poder visualizar los beneficios reales que esto significa. Desde hace tiempo se utilizan envases que informan, a través de los códigos de barras y QR, así como los de radiofrecuencia incorporados en el envase, que permiten hacer un seguimiento de la trazabilidad, todo esto permite generar un envase conectado que entrega información más allá al usuario del alimento a través de la tecnología”, nos relata.

Sin dudas esta tecnología es tendencia, y en un futuro no tan lejano, dichos envases podrían en su mayoría encontrarse en las góndolas de supermercados y tiendas minoristas. Las investigaciones en cuanto a la pureza e inocuidad de los elementos utilizados permitirán que su uso sea completamente masivo y sencillo. y así, ganar terreno en materia de desperdicio de alimentos y generación de desechos, donde en la actualidad, estamos al debe, siendo tarea de todos.



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