Alto desempeño con impronta innovadora para la industria alimentaria

• Es altamente necesario y relevante, que la industria de alimentos frescos y de exportación cuente con envases que permitan que los productos permanezcan en perfectas condiciones al llegar a la mesa del consumidor en cualquier parte del mundo.

Actualmente, en Chile se fabrican por año aproximadamente 560.000 toneladas de envases de cartón corrugado, y de ese total se destina poco más de la mitad al envasado de alimentos frescos. Es decir, sobre 260.000 toneladas por año de envases de cartón corrugado se destinan al envasado de alimentos frescos, de las cuales aproximadamente 60 millones corresponden a uva de mesa.  Así entonces, se puede visualizar la importancia fundamental que tiene el desarrollar envases de alto desempeño para atender las demandas, por ejemplo, de este sector exportador, y dentro de estos requerimientos con impronta innovadora está el de envases activos de cartón corrugado.

Hablemos entonces del Cartón Activo

Los envases activos tienen la capacidad de interactuar con el contenido o producto influyendo sobre propiedades, comportamientos específicos o sobre los atributos de calidad del elemento envasado. En aquellos casos donde el contenido es algún tipo de alimento, en general, se espera que la actividad del envase permita la conservación del producto y cautelar sus propiedades organolépticas (todas aquellas que pueden percibirse de forma directa por los sentidos). Esta funcionalidad se logra por medio de la capacidad del envase, o de sus materiales componentes, o de tratamientos aplicados a estos, para liberar o capturar controladamente ciertos compuestos para lograr el efecto favorable en la conservación del alimento, prolongando su vida útil. Esto reviste gran novedad por cuanto este aspecto no ha sido atendido y se verifican escasas propuestas en envases activos en materiales de base celulósica, como serían los papeles y cartones, y particularmente destinados al uso en la industria alimentaria. Las tecnologías para lograr capacidad activa en envases de cartón corrugado se basan, por un lado, en aplicar un tratamiento a un papel de tipo liner que después se use para conformar una caja o, alternativamente, aplicar un tratamiento tipo recubrimiento a la caja una vez que esta haya sido troquelada.

El proyecto liderado por el Departamento de Mecánica de la Universidad Tecnológica Metropolitana, UTEM y las plataforma tecnológica de I+D+i, Co-Inventa y el Centro de Innovación Laben Chile, planteó como objetivo desarrollar un recubrimiento activo aplicable a cajas de cartón corrugado destinadas al envasado de productos frutihortícolas frescos, particularmente uvas y berries, a efecto de generar propiedades antimicrobianas y mejorar el desempeño mecánico (resistencia a la humedad del cartón). 

“Esta funcionalidad en un envase que permite aportar una solución a problemáticas presentes en las cadena de distribución de fruta fresca, particularmente aquellas destinadas a la exportación, que deben enfrentar cadenas de frío prolongadas con alta exigencia, alternativo-competitivo para el envasado y transporte” explica Bernardo Gárate, director del Departamento de Mecánica de la Facultad de Ingeniería de la UTEM.

Aporte a la industria

Las bajas temperaturas y alta humedad ambiental consecuente, características propias de las cadenas de distribución de alimentos frescos, generan condiciones favorables para que en los envases de cartón corrugado se desarrollen microorganismos y hongos diversos, que pueden contaminar el contenido y, finalmente, descomponerse aceleradamente. Además, del efecto negativo que se genera sobre las propiedades mecánicas de la caja como elemento contenedor, de manipulación y de acopio de productos.

Entonces, el desarrollo del proyecto propone un tratamiento aplicable tanto a papeles liner como cajas de cartón corrugado, con propiedades antifúngicas e hidroresistentes, para generar una solución de envasado de productos frutihortícolas frescos, destinados a la exportación, con impacto favorable hacia la conservación del producto y con estabilidad mecánica para las exigencias de la cadena de distribución.

En tanto Carla Ballesteros, gestor tecnológico de Co-inventa, asegura que este proyecto permite a la industria realizar cambios importantes en la cadena de producción, “sabemos de la importancia de los envases de cartón corrugado en toda la industria y principalmente en la de exportación y de alimentos, ya que estos envases son extremadamente livianos, funcionales y amigables con el medioambiente, lo que permite a posterior, incorporar el material a la cadena de valor una vez que ha sido reciclado, por lo tanto el tratamiento aplicado al cartón en funcionalidad de conservar las propiedades intactas de los productos por más tiempo, no sólo contribuye a mejorar la producción sino también a disminuir las altas tasas de pérdida de alimentos a nivel nacional e internacional”

Los envases de cartón son una industria que reporta grandes ingresos al país, haciéndose cada vez más necesarios para trasladar y proteger los productos y alimentos, sobre todo durante la pandemia, donde la demanda tuvo un aumento exponencial gracias al incremento de ventas online. Junto con eso, durante la temporada 2021 el sector frutícola exportó sobre 200 millones de cajas de fruta, por lo que el nuevo material activo es un aliado perfecto en este escenario. Envases activos y alimentos son la dupla ideal.