Un proyecto que Co-Inventa e investigadores de Laben Chile desarrollaron, se basó en la investigación sobre materiales activos con capacidad antifúngica para productos como el pan de molde blanco y panes fabricados con otros tipos de harinas, principalmente consumidos por celíacos. Un valor agregado, para esta industria, que va en tendencia según la preferencia de consumo por parte de los consumidores.

La Dra. Ana Carolina López de Dicastillo, científica investigadora de Laben Chile, explica que la principal vía de deterioro de este tipo de productos, es el microbiológico, causado principalmente por crecimiento de mohos xerófilos del tipo Penicillum y Aspergillus, siendo este último, una de las principales causas de devoluciones, especialmente en época estival. La principal alternativa utilizada para aumentar la vida útil del pan envasado en la industria panadera, se basa en la utilización de aditivos o preservantes con capacidad antimicrobiana, como sorbatos y propianatos, por su bajo costo. Sin embargo, la tendencia en la industria de alimentos va hacia el llamado “clean label” o etiqueta limpia, es decir, la sustitución o disminución de aditivos, debido a que el uso de productos más naturales es la principal preferencia por parte de los consumidores.

En base a lo anterior, es que en este proyecto se desarrollaron materiales plásticos antifúngicos a partir de la incorporación en polímeros de sustancias naturales derivadas de plantas que inhiben el crecimiento de estos hongos. De esta forma, estos compuestos activos se incorporan al material de envase y se liberan en su interior, inhibiendo el crecimiento de estos hongos y extendiendo la vida útil de estos productos.

¿Qué resultados han obtenido?

Dicha investigación dio origen a dos materiales antifúngicos compuestos por distintos polímeros y distintas sustancias naturales, como un extracto de planta cuya composición química presentó elevada capacidad inhibidora del crecimiento de los hongos. Estos materiales de envase permitieron obtener una vida útil de pan de molde blanco y panes para celíacos, ambos sin aditivos, igual que la de panes comerciales con aditivos.

La Dra. Ana Carolina López de Dicastillo, agrega además, que estos son prototipos generados a partir de un proyecto CORFO y que tienen un nivel de madurez tecnológica medio, ya que su producción se realizó en la planta piloto de Laben Chile, y el próximo paso consistirá en la obtención de estos materiales a nivel industrial.

Este proyecto es de elevada relevancia para la industria de la alimentación ya que, aunque en Chile el consumo de pan está principalmente centrado para los panes tipo hallulla y marraqueta, en los últimos años se ha observado una tendencia al aumento del consumo de otras variedades de pan, entre los cuales el pan de molde y los panes especiales han tenido un crecimiento destacado. Esto, sumado al interés de los consumidores por el consumo de alimentos con menor cantidad de aditivos, hacen que este tipo de packaging presenten una elevada proyección.