Zero Waste: ¿Se puede vivir sin dejar basura?

En este nuevo Día Mundial Del Medio Ambiente, te contamos sobre este movimiento mundial que busca reducir al máximo la producción de basura.
Se estima que cada chileno genera poco más de un kilo de residuos en promedio al día y nuestro país lamentablemente lidera el ranking como uno de los países que más basura produce en Latinoamérica.
Es por ello que las autoridades y la sociedad en general, están cada día más comprometidas con medidas concretas que aporten a acabar con este problema, tales como la prohibición legal de usar de bolsas plásticas en el comercio o la campaña #ChaoBombillas del Ministerio del Medio Ambiente, que busca eliminar el uso del plástico, haciendo un llamado, además, a que la gente prefiera las pajitas hechas de materiales como acero, bambú o vidrio.
Y en el resto del planeta el panorama no es distinto. Por ello la preocupación por los efectos del cambio climático es cada vez mayor, lo que ha suscitado el nacimiento de un movimiento del cual seguramente ya escuchaste hablar. Se trata de “Zero waste” o “basura cero”, una tendencia mundial o más bien un estilo de vida que comenzó en los 90´ y que busca reducir al máximo la basura que generamos diariamente. Sus seguidores se comprometen con ellos mismos para reducir su huella en el planeta, viviendo con menos cosas materiales y disfrutando más de las experiencias.
Rodrigo González, gerente general de la Plataforma de innovación de envases y embalajes Co-Inventa explica que “los adeptos a este movimiento fabrican sus propios utensilios de aseo, utilizan servilletas de género, andan en bicicleta y prefieren formatos reutilizables al momento de consumir alimentos”. Además, tienen 5 primicias básicas:
  • Rechazan lo que no necesitan.
  • Reducen su consumo solo a lo estrictamente necesario.
  • Reparan artículos electrónicos, ropa, entre otros, fomentando también el trabajo de los oficios locales.
  • Reutilizan, cambiando los desechables por alternativas reutilizables y compras de segunda mano.
  • Reciclan aquello que no pueden rechazar, reducir o reutilizar.
  • Y por último, compostan o descomponen. Pero lo más importante, ponen especial atención a la reducción del plástico de un solo uso debido al impacto medioambiental tan grave que este genera.
Pero en un mundo en que casi todo es desechable ¿es posible llevar esta vida eco-amigable?
Rodrigo González explica que “desde el punto de vista de nuestro trabajo y el compromiso que tenemos con el planeta, creemos que sí es posible, pero para lograrlo es necesario hacer cambios reales, tanto a nivel de las industrias como en las personas. Por ejemplo, nosotros trabajamos a nivel de materiales, donde aportamos al compromiso ambiental del país y del mundo desde el punto de vista técnico. Operativamente ayudamos a las empresas a reemplazar materiales complejos o no reciclables por materiales más fáciles de reciclar, con un menor impacto medioambiental, o incluso, en algunos casos, cambiando material complejo no reciclable por material compostable”.
El problema medioambiental al que nos enfrentamos es debido al consumismo desmedido de la sociedad, por lo tanto, una comunidad correctamente informada y comprometida puede generar cambios significativos a favor del medioambiente. “Ser un -Zero waste- o -basura cero- es posible si se hace un cambio de hábitos, se modifican las costumbres, se dejan de lado el materialismo y se vuelve a vivir como antes. Y eso no es fácil, pero con voluntad, creatividad, compromiso con uno mismo y con las futuras generaciones, es factible llevar una vida más sostenible, plena y consciente en todos los ámbitos de tu vida” asegura González.
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